CELIA ROMÁN, VOCAL DE MÉDICOS DE ATENCIÓN PRIMARIA DEL COLEGIO DE MÉDICOS, NOS AVANZA LOS DETALLES DE LA ASAMBLEA DE LA UEMO QUE SE CELEBRA EN MURCIA EL 27 Y 28 DE OCTUBRE

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Celia Román es especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, vocal de Médicos de Atención Primaria en el Colegio de Médicos de la Región de Murcia y una de los organizadores de la Asamblea General de la European Union of General Practioners  (UEMO) que se celebrará los días 27 y 28 de octubre en la ciudad de Murcia

 

¿Qué significa la celebración de la Asamblea General de la UEMO que tendrá lugar en Murcia en octubre de 2023?

Desde el punto de vista sanitario la celebración de la asamblea de la asociación europea de médicos de familia y generalistas en nuestra ciudad es un hito histórico. Esta reunión posiciona a la Región de Murcia como referente de la Medicina de Familia europea.

Y, sobre todo, ser anfitriones de dicho evento es un orgullo para nuestro Ilustre Colegio de Médicos.

 

¿Qué supone este evento para la profesión médica, para la Sanidad y para los pacientes?

Este evento supone una puesta en común de todos los países europeos con respecto a la forma de ejercer la Medicina de Familia; es un espacio para realizar un feed-back con compañeros que tienen otra forma de trabajar diferente a la instaurada en España y, sobre todo, tienen otra forma distinta de formarse profesionalmente como médicos de Atención Primaria.

Creo que será muy enriquecedor para todos los participantes, ya que podemos contrastar contenidos y quedarnos con lo mejor para nuestros pacientes, algo que en realidad es el objetivo de nuestro trabajo: mejorar la calidad de vida y la salud de todos los pacientes.

La Atención Primaria es la asistencia sanitaria para toda la población de un país.

 

¿Cómo definiría la situación actual de la especialidad y del ámbito asistencial y como lo valora: recursos humanos y técnicos, precariedad, investigación, formación…?

Desde hace años, la Atención Primaria en España ha sufrido una pérdida de inversión importante, con la consecuente pérdida de recursos humanos y de infraestructuras. Además de no tener una financiación finalista, ya que el presupuesto de sanidad es común para la Atención Primaria y la Atención Hospitalaria.

Otro de los problemas que tenemos actualmente es el déficit de médicos de Familia. Durante varios años se han formado menos especialistas de los que hemos necesitado, sin ninguna planificación a largo plazo ni previsión alguna. De este modo, ahora nos enfrentamos a la jubilación de muchísimos especialistas y no hay un recambio generacional para ellos, con el consecuente problema sanitario que esto supone: hay que prestar una asistencia sanitaria de calidad a toda la población, tal y como dice nuestra Constitución.

También existe poca motivación para elegir la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria por parte de los estudiantes de Medicina en el MIR, ya que hemos tenido años de precariedad laboral extrema (contratos de un día, turnos dobles no remunerados, pocos días para la formación continuada, etc.). Todo ello ha supuesto una pérdida de aprecio por esta maravillosa profesión.

Otro problema es la descapitalización del medio rural, los “desiertos sanitarios”. Cada vez hay menos médicos que eligen ejercer su carrera profesional en el medio rural, con la derivada pérdida de servicios para estos ciudadanos y el riesgo de empeorar aún más su situación. Existe un dicho popular: “se fue el médico y se cerró el pueblo”.

La investigación en Atención Primaria es muy complicada debido a la falta de inversión y de recursos humanos ya referida.

 

Entonces, ¿cuáles son los retos de futuro?

Pues partiendo de los problemas que tenemos referidos anteriormente, todo lo que nos queda es mejorar.

Debemos tener un presupuesto finalista para la Atención Primaria con un 25% del total del presupuesto sanitario de cada Comunidad Autónoma.

Debemos aumentar las plazas de formación MIR de la especialidad y re prestigiarla. Es importante dar a conocer la especialidad en el Grado de Medicina, ilusionar a los estudiantes, mostrar lo bonito que es conocer al paciente como un todo y atenderlo es toda su esfera bio-psico-social, prestar una longitudinalidad a tus pacientes y envejecer con ellos.

Además de suma importancia incentivar el trabajo en las zonas rurales, mediante facilidades para la formación, investigación, docencia e incluso con aumento de los salarios en dichas zonas.

Debemos volver a posicionarnos como el médico que tiene el conocimiento global del paciente, que nos digan que somos su médico, que tengan toda la confianza en nosotros, ser los ángeles de la guarda de nuestros pacientes. Para ello, necesitamos tiempo, no tener sobrecarga laboral, tener más recursos humanos, etc.

 

¿Cómo afectan todos estos elementos a la calidad asistencial, a la salud del profesional y a los pacientes?

Pues lógicamente, las consultas saturadas con 60 pacientes por médico y día, producen una disminución de la calidad de la asistencia que se presta, con riesgos de incurrir en errores diagnósticos, con aumento de las prescripciones, aumento de las Incapacidades Temporales y de la crispación de los ciudadanos, que ven como tienen que esperar hasta 7 días para ser visto por su médico de familia y luego sólo le pueden dedicar 5 minutos y con suerte.

Todo esto crea sentimientos de tristeza, ansiedad, frustración, agotamiento, fracaso profesional en los compañeros, lo que lleva al Síndrome de Burn-Out del médico con abandonos de trabajo, desmotivación etc.

 

Publicado el 10 de octubre de 2023

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