Miguel Castillo es especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, doctor en Medicina y coordinador del Club de Lectura en Medicina que da comienzo el 26 de enero a través de videoconferencia grupal. Todas las sesiones presenciales se realizarán online, facilitando el acceso a las personas interesadas de cualquier punto de la Región e incluso de otras partes de España. Gracias a este cómodo formato telemático, el cuerpo docente se ha ampliado con expertos de renombre nacional e internacional en diferentes ámbitos: en docencia y en clubs de lectura (Daniel Prados Ruiz), en guías de práctica clínica (Rafael Rotaeche del Campo), en docencia e investigación en Psiquiatría (Fernando Navarro Mateu) y en meta-análisis (Julio Sánchez Meca).

El plazo de inscripción está abierto a través del enlace de la parte superior de esta entrevista

1. ¿Cuáles son los objetivos del Club de Lectura en Medicina?

Surge para acercar las herramientas de lectura crítica y de búsqueda de evidencia a todos los médicos y las médicas que quieran mejorar su práctica clínica o su investigación, sea cual sea su nivel (es decir, que partimos del nivel "no sé nada / lo que a duras penas recuerdo de la carrera").  

Hoy en día la literatura científica es muy abundante, pero no siempre es correcta la metodología y la interpretación de los resultados, ni siquiera en las revistas de mayor impacto. Por eso, este curso tiene dos objetivos. En primer lugar, aumentar la capacidad de los médicos de interpretar mejor los artículos científicos que se publican, ya que no es oro todo lo que reluce y, por otra parte, dar a conocer el manejo de recursos online que nos ayudan a buscar e interpretar la información más útil para nuestra práctica diaria. 

2. ¿Qué tipo de lecturas específicas se abordarán durante las sesiones previstas?
 
Los artículos no están pre-seleccionados: son los alumnos y alumnas quienes deciden qué artículos se revisarán.  La primera sesión es teórica e introductoria, se revisa el concepto Club de lectura, y este año contamos con Daniel, una eminencia en este aspecto. En la segunda sesión vamos a analizar algún folleto o tríptico de publicidad de los que difunden los representantes o visitadores médicos; así de forma práctica revisamos algunos conceptos básicos (sobre diseño de estudios, sesgos, interpretación…) que son reiterativos durante todo el año. La propaganda farmacéutica suele venir bastante sesgada y cuesta percibirlo si estás desentrenado, lógicamente esto nos convierte en prescriptores menos objetivos, vulnerables a los intereses de las marcas farmacéuticas.

A partir de la tercera sesión, cada mes revisamos un artículo específico, el alumnado trabaja en pareja con un docente sobre un artículo reciente y que sea de su interés (lo seleccionan l@salumn@s), se aborda en equipo y después se realiza una puesta en común el día del mes que nos reunimos virtualmente. Los artículos serán de diferente diseño cada mes (casos y controles, cohortes, ensayo clínico, meta análisis...) para que el curso sea más fructífero globalmente. Es un formato que da muy buen resultado: quien lo prepara, elige un tema actual y de su interés, y después, “en clase”, debatimos los puntos críticos entre todos, sea cual sea nuestro nivel de conocimiento al respecto. El ambiente es distendido, y las críticas siempre han sido hacia los artículos o sus autores... nunca hacia los alumnos.

3. ¿A qué especialistas va dirigido y por qué?
 
No es un curso restringido a una única especialidad. Aunque el curso se originó en el grupo de Medicina Basada en la Evidencia de la Sociedad Murciana de Medicina Familiar y Comunitaria, SMuMFyC, no solo va dirigido a médicos de familia, es totalmente interdisciplinar. Contamos con un docente, Fernando, que es psiquiatra y otro que no es siquiera médico, Julio, experto en meta-análisis. En las ediciones previas ha habido médicos de otras especialidades que a pesar de no tener relación con algunos de los temas de los artículos, han encontrado el curso muy útil porque permite extrapolar la dinámica de la lectura crítica a los artículos de áreas de su interés.

Además, las herramientas de búsqueda y de evaluación de calidad de la evidencia científica son las mismas para cualquier especialidad. Hemos tenido alumnos  que eran residentes y otros adjuntos senior, y las valoraciones del curso son igualmente positivas. Como ya he dicho, el nivel previo de lectura crítica es lo de menos, y todos los participantes aprendemos. 

4. ¿La lectura crítica es una asignatura pendiente de los profesionales?
 
La Medicina avanza a un ritmo inabarcable. Para colmo, se disfrazan de evidencia científica muchos estudios cuyos resultados han sido torturados hasta obtener una significación o una conclusión deseada. Es muy complicado discernir qué hallazgos publicados son importantes y cuáles no, y ante tanta presión lo habitual es relajarse y creer a pies juntillas lo que dicen las grandes publicaciones, los folletos, los consensos de expertos y las guías clínicas.

Muchas veces atendemos a un visitador médico que nos habla de un nuevo fármaco, y aunque sepamos que su información es publicitaria, no se busca la fuente original (realizada quizá por autores con conflictos de intereses) e incluso en caso de hacerlo, no estamos tan capacitados para realizar una lectura crítica.... esa ignorancia nos obliga a delegar nuestras decisiones en dichos autores, y es posible que los intereses que primen no sean los de nuestros pacientes. 

5. ¿Qué herramientas y aplicaciones se van a aportar a los alumnos que se animen a asistir a esta actividad formativa?

Además de comentar un artículo concreto entre todos, se repasan de forma amena las herramientas online más importantes e intuitivas que se relacionan con la lectura crítica: plataformas que guían en la lectura crítica, herramientas para afinar la búsqueda de bibliografía, calculadoras (a veces los artículos dan los resultados enrevesados pero se pueden calcular fácilmente los datos que nos interesan), recursos de revistas y sumarios con libre acceso desde Murciasalud...

Tenemos recopilada la información básica en un breve resumen, y siempre ha tenido muy buena acogida: el objetivo final no es memorizar teoría, sino poder aplicar herramientas sencillas en la práctica clínica.

6. ¿Qué beneficios aporta, tanto para el médico como para el paciente, la organización de estos clubs de lectura?
 
Aunque hay quien todavía cree que sólo mira números, la Medicina Basada en la Evidencia se fundamenta en tres pilares: la experiencia clínica del profesional, las preferencias del paciente, y la evidencia científica disponible. El primer pilar se adquiere de forma natural con la práctica. Respecto a las preferencias del paciente, en el curso se abordan las herramientas de ayuda a la toma de decisiones. El tercer pilar, evaluar la evidencia, requiere un pequeño esfuerzo que vale la pena: permitirá al médico mejorar como profesional. Los clubs de lectura facilitan el empoderamiento para debatir sobre cualquier artículo, incluso sobre aquellos a priori impecables: no por estar publicados en la mejor revista, ni por ser difundidos a bombo y platillo, están exentos de limitaciones. 
 
La dinámica del club de lectura es totalmente transversal. Aunque los docentes guían a los alumnos y alumnas durante el trabajo en casa, en la sesión mensual no hay docentes y alumnos y alumnas: sólo hay personas interesadas en aprender (o perfeccionar) a realizar lectura crítica y la calidad de la información en la que basan sus decisiones clínicas.     
 
Si aprendemos a evaluar de forma independiente la información que recibimos, seremos más aptos, no actuaremos por inercia sin mayor amplitud de miras: cuando tomemos la decisión junto al paciente, partiremos de (y compartiremos con él)la información de mejor calidad.