MIGUEL CASTILLO ES ESPECIALISTA EN MEDICINA FAMILIAR Y COMUNITARIA Y HA SIDO PREMIADO AL MEJOR RESULTADO EN INVESTIGACIÓN EN EL CONGRESO NACIONAL DE SEMFYC 2022

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Fotografía de Juanchi López

 

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El Dr. Castillo ha obtenido este reconocimiento por su estudio en el que analiza si el riesgo de sufrir un evento cardiovascular (letal o no) es mayor en personas con debut de esquizofrenia o personas sin dicha enfermedad, pero reciente inicio de tratamiento con fármacos antipsicóticos con respecto a un grupo control

 

1. ¿En qué consiste el trabajo de investigación que le ha valido el premio al mejor resultado en investigación del Congreso Nacional de SEMFYC 2022?

Es un estudio de cohortes retrospectivo basado en registros de historia clínica informatizada de Atención Primaria en Cataluña, donde hice el MIR. Analizamos si el riesgo de sufrir un evento cardiovascular (letal o no letal) es mayor en personas con debut de esquizofrenia o personas sin dicha enfermedad, pero reciente inicio de tratamiento con fármacos antipsicóticos con respecto a un grupo control. 

 

2. ¿Cuáles han sido las conclusiones del trabajo? 

A diferencia de nuestro trabajo anterior, elaborado con una metodología similar pero en el que los grupos de estudio tenían respectivamente más tiempo de evolución de esquizofrenia o de tratamiento antipsicótico, en el presente estudio el grupo esquizofrenia no tuvo mayor riesgo de enfermedad/mortalidad cardiovascular, ni de mortalidad global. El grupo sin esquizofrenia, pero en tratamiento con fármacos antipsicóticos se asoció con todas estas variables objetivo. Consideramos que las causas son que el deterioro metabólico de la esquizofrenia es paulatino, y que el grupo sin esquizofrenia, pero con antipsicóticos tenía más comorbilidades e interacciones farmacológicas que empeoraron su pronóstico. 

 

3. ¿Y su proceso de realización?

 Se inició hace ya una década y con los resultados sobre prevalencia, incidencia de factores de riesgo cardiovascular y su cribado en estos tres grupos publicamos varios artículos y pude defender mi tesis doctoral en 2017. Sin embargo, el objetivo principal del proyecto, estudiar las diferencias en incidencia de enfermedad y mortalidad cardiovasculares, no se había podido alcanzar porque los datos individuales de mortalidad únicamente estaban disponibles previo pago al INE. Gracias a una beca de la Red Española de Atención Primaria pudimos solicitarlos y, en los últimos años, cerrar el proyecto con estos dos últimos trabajos.

 

4. La situación de la Medicina Familiar y Comunitaria y la Atención Primaria en la Región, y en el resto del país, es muy delicada por el déficit de médicos y recursos, la sobrecarga laboral, las consecuencias de la pandemia, la falta de inversión, aumento de las agresiones, desmotivación de los profesionales, etc. ¿Cómo valoras todas estas problemáticas y qué soluciones plantearías?

 Lamentablemente, la situación es bastante precaria... pero claro que hay soluciones. Sin duda, deben incluir, en mi opinión, tres puntos clave. Primero, una desburocratización de la Medicina Familiar y Comunitaria: no hacer informes o certificados escolares, deportivos o laborales, ni peticiones de traslado en ambulancia, ni peticiones de pruebas o derivaciones o recetas inducidas por otros especialistas (ni siquiera, porque es difícil pero factible, controlar las bajas laborales, al menos, de corta duración) que podría llevarse a cabo con una definición clara de competencias y deberes por parte de los médicos de todas las especialidades, enfermería y principalmente, administrativos sanitarios.

En segundo lugar, y de forma paralela gracias al tiempo ganado al reducir la carga administrativa, potenciar lo asistencial: las habilidades y actividades clínicas (incluyendo comunicativas, exploratorias, técnicas, comunitarias, etc.).

Por último, mejorar ratios médico/paciente, incentivar con contratos atractivos de larga duración, etc. Con estos tres puntos, se podría devolver el prestigio al médico de familia, tanto dentro de la profesión como en la ciudadanía, lo que convertiría la MFyC en una opción atractiva para estudiantes de Medicina, MIR o adjuntos jóvenes que actualmente huyen de unas condiciones de trabajo denigrantes para un personal tan cualificado. ¿Y dónde van? Repiten el MIR, se van a privada, o a otro país donde sus gestores se frotan las manos ofreciendo un excelente contrato, a la altura de la óptima formación que estos profesionales han recibido en España. ¿Y quién cubre esos huecos? Personal menos cualificado o con menos escrúpulos a la hora de atender mal y rápido. ¿Y qué supone esto? Una pescadilla que se muerde la cola, porque tanto el usuario como el facultativo no-MFyC ven, día a día, el descalabro del primer nivel asistencial. Hay muchos estudios que demuestran que la eficiencia de un sistema sanitario es mucho mayor si la Atención Primaria es potente (porque resuelve y filtra con menor gasto de recursos) y nuestros políticos y gestores se han hartado de decirlo durante la pandemia... pero el modelo del hospitalocentrismo, más ineficiente, se afianza cada vez más... y de estas aguas, a medio y largo plazo, vendrán unos lodos que podrían acabar con el sistema sanitario público.

 

5. ¿Y cómo valoras la inversión que se hace en programas de investigación?

Insuficiente. Bueno, la inversión privada sí es bastante elevada. En cambio, es muy difícil hacer investigación independiente, es decir, sin depender de intereses comerciales (industria de aparatos diagnósticos o tratamientos en su mayoría farmacológicos). Hoy en día, una forma sencilla de hacer investigación clínica es realizando un ensayo clínico aleatorizado (recordemos que es el diseño cúspide de la investigación clínica) patrocinado, donde se facilita el diseño, el protocolo, la logística... Y este tipo de investigación es necesaria para el progreso (descubrir nuevas moléculas eficaces y seguras para la práctica), pero no debe ser la única que se dé, entre otras cosas porque suele haber poco margen para hacer cambios que puedan ir en contra de los intereses de quien promociona el ensayo. Siguiendo con estudios experimentales, ¿qué pasa con los ensayos clínicos de intervención no farmacológica? Es muy difícil que te ayuden, son costosos en tiempo y recursos, por eso casi no se hacen. Al final, nos vemos abocados a seguir en el paradigma tecnológico-farmacológico (pruebas y pastillas), obviando el potencial de la promoción de la salud y de la prevención, las actividades comunitarias, el abordaje bio-psico-social, la comunicación en salud... cuya evidencia de resultados en salud son cada vez más claros a pesar de los obstáculos que hay para demostrar sus efectos. 

 

6. Eres el coordinador del Club de Lectura en Medicina que desde hace ya una década oferta el Colegio de Médicos dentro de su programa anual de formación continuada. ¿Crees que la lectura crítica está relacionada con la investigación? 

Indudablemente. Aprender a hacer lectura crítica (ver las limitaciones, los sesgos, el estrujamiento de datos, las interpretaciones tendenciosas) y las herramientas disponibles para evaluar la calidad de un diseño de estudio o de su publicación te capacita para evitar errores (o minimizarlos, o al menos evaluar e interpretar correctamente).

Además, la lectura crítica está muy relacionada con la Medicina Basada en la Evidencia (MBE), que ayuda también en la búsqueda bibliográfica de calidad, tan importante al preparar un proyecto o discutir sus hallazgos. Ahora bien, como un director de cine diría a los críticos, siempre es más fácil criticar una película de otro que hacerla tú, jejeje. Siguiendo el símil, practicar la MBE en la investigación facilita que ‘tu película’ sea un éxito tanto para la crítica y como en taquilla. 

 

7. ¿A qué se enfrentan los residentes de Medicina de Familia en la actualidad, dada la situación del primer nivel?

Pues deben ver el potencial de la MFyC, lo apasionante que resulta la relación médico-paciente que se llega a crear, y que a su vez genera una auto-realización profesional y personal difícil de igualar. Me consta que hay mucha gente MIR muy cualificada con una motivación extraordinaria, pero esta vocación no puede traducirse en tragaderas porque todo tiene un límite y el dichoso burn-out está al acecho cuando no se mima al profesional, por joven que sea. 

 

8. Un mensaje para los compañeros…

Que no olviden la grandeza de la Medicina: poner nuestras capacidades intelectuales, pero también emocionales, a disposición de cada paciente.  

En concreto, los que trabajan en el Sistema Nacional de Salud (SNS), que recuerden la vocación de servicio público: como profesionales es un auténtico lujo poder atender a cualquiera que lo necesite por igual, con la calidad asistencial que aún se oferta nuestro país. 

Si te refieres a los compañeros MFyC, que no se desanimen y luchen por recuperar el espacio y dignidad que nuestra especialidad y los pacientes se merecen. 

 

9. Un mensaje para los ciudadanos…

Casi me repito... Que valoren el SNS como uno de los mejores del mundo, aunque en riesgo dada la tendencia a la privatización (un negocio muy jugoso) y el hartazgo de la población que huye hacia los seguros privados con la falsa sensación de que funcionan mejor. La tormenta perfecta, y tras la pandemia, aún más. Es imprescindible mejorar y mucho el SNS, con un aumento de recursos y sobre todo que dichos recursos se usen de manera eficiente.

En la ciudadanía, debe calar que potenciar una MFyC de calidad no es "ayudar a mi médico que tengo tantos años y en el que toda la familia confiamos" sino que es una de las claves necesarias para avanzar en este proceso de ganar eficiencia. 

 

Publicado el 27 de julio de 2022

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