INFORMACIÓN SOBRE LA ADMINISTRACIÓN DE LA VACUNA DE PFIZER CONTRA LA COVID19 A PERSONAS CON ANTECEDENTES DE REACCIONES GRAVES A FÁRMACOS Y/O ALIMENTOS

noticia Colegio de Medicos Murcia

La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica -SEAIC- ha elaborado un emitido un comunicado, tras el análisis -llevado a cabo por los miembros de su Comité de Medicamentos- de la relación causal de la vacunación con efectos adversos indeseables en personas con antecedentes de reacciones graves a fármacos y/o alimentos.

 

Así, la Sociedad hace las siguiente puntualizaciones:

 

1. No se puede generalizar la evitación de vacuna a todas aquellas personas que han tenidoreacciones graves con medicamentos y/o alimentos.

2. Las reacciones alérgicas que pueden aparecer tras la administración de una vacunadependerán de la composición de la misma (del principio activo y los excipientes que lasconforman). Los excipientes se utilizan para dar estabilidad al principio activo, mantener suesterilidad o dar sabor, en el caso de los jarabes, etc.).

3. En general, las vacunas frente a los virus pueden variar en su composición tanto en elprincipio activo, como en sus excipientes.a. Como principio activo, la mayoría están formadas por virus atenuados o fragmentosproteicos, y otras como la del coronavirus de Pfizer, por ARN del virus vehiculadaen nanopartículas lipídicas de polietilenglicol.b. Como excipientes, algunas, como por ejemplo la triple vírica o la de la gripe, puedencontener trazas de proteínas de huevo y algunos antibióticos. En el caso concretode la vacuna del COVID, contiene POLIETILENGLICOL o PEG y no contiene sinembargo trazas de huevo ni antibióticos.

4. La vacuna de Pfizer frente al COVID 19 no presenta por lo tanto más contraindicaciones enlos pacientes alérgicos que cualquier otra persona de la población general. Como indicaciónprincipal, no se recomiendan en aquellos que han sufrido reacciones alérgicas previas a suscomponentes.

5. Un aspecto muy importante relacionado con la seguridad de todas las vacunas en general,es conocer las precauciones y contraindicaciones de cada una de ellas, con la finalidad deevitar situaciones que puedan poner en riesgo al paciente; estas instrucciones vienen descritas en la ficha técnica de cada vacuna. Por otra parte, el profesional que administralas vacunas debe conocer tanto las contraindicaciones como las precauciones necesariaspara su administración, así como disponer los medios adecuados para el tratamiento de uneventual efecto adverso, ya sea una reacción alérgica o de otro tipo.En general no se aconseja administrar vacunas en:

o Personas con inmunosupresión, u otras alteraciones de la inmunidad, ya que puedenproducir una respuesta inadecuada en dichos sujetos.

o Tratamiento anticoagulante o cualquier otro desorden sanguíneo que contraindique laadministración intramuscular de un fármaco.

o Enfermedad moderada o grave descompensada, como pudiera ser crisis de asma, GE(gastroenteritis eosinofílica), descompensación de la diabetes. Una vez estabilizada lasituación podrían recibir la vacuna.

o Pacientes con edad menor de la que figure en ficha técnica. La edad recomendada deadministración, en el caso de la vacuna del COVID, es a partir de los 16 años, básicamenteporque no se han realizado estudios suficientes en población con edades menores de esa edad.

 

Sin embargo, hay que resaltar que presentar una alergia a penicilina, a analgésicos o apólenes o alimentos vegetales o seguir un tratamiento con corticoides tópicos o inhaladospor ejemplo, no tiene por qué contraindicar la administración de una vacuna.

 

 

Las reacciones descritas con más frecuencia tras la administración de la vacuna del COVID
(alrededor de 1 de cada 10 personas que la reciben) son leves y consisten en dolor en el punto de
inyección, cansancio, fiebre y dolores musculares. Las reacciones alérgicas son poco frecuentes,
por lo que también se tendría que conocer el número de personas a las que se les ha administrado
la vacuna, para valorar si esta reacción ha sucedido de forma excepcional o no.
Cualquier persona alérgica debe informar a su médico de su alergia antes de la administración de
cualquier fármaco, para que se pueda valorar la necesidad de remitir a un alergólogo.
Por todo lo anterior, la SEAIC concluye que:
o Es necesario realizar un estudio alergológico a los sujetos que refieran reacciones alérgicas
en general y a las vacunas contra el COVID-19 en particular para poder identificar las
sustancias desencadenantes de la reacción.
o No es necesario realizar de forma sistemática un estudio alergológico previo a la
administración de la vacuna a todos los sujetos con reacciones graves a fármacos y/o
alimentos.
Las reacciones descritas con más frecuencia tras la administración de la vacuna del COVID(alrededor de 1 de cada 10 personas que la reciben) son leves y consisten en dolor en el punto deinyección, cansancio, fiebre y dolores musculares. Las reacciones alérgicas son poco frecuentes,por lo que también se tendría que conocer el número de personas a las que se les ha administradola vacuna, para valorar si esta reacción ha sucedido de forma excepcional o no. Cualquier persona alérgica debe informar a su médico de su alergia antes de la administración decualquier fármaco, para que se pueda valorar la necesidad de remitir a un alergólogo.   Por todo lo anterior, la SEAIC concluye que: o Es necesario realizar un estudio alergológico a los sujetos que refieran reacciones alérgicasen general y a las vacunas contra el COVID-19 en particular para poder identificar las sustancias desencadenantes de la reacción. o No es necesario realizar de forma sistemática un estudio alergológico previo a la administración de la vacuna a todos los sujetos con reacciones graves a fármacos y/o alimentos.  

 

Publicado el 21 de enero de 2021

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