Fotografía: Juanchi López

Antonio Martínez Pastor es el Vocal de la Sección de Médicos Tutores y Docentes y trabaja como especialista en Medicina Familiar y Comunitaria en el centro de salud de Vistalegre, en Murcia. Hemos hablado con él sobre la situación de este colectivo. Además, te facilitamos el enlace a la encuesta realizada por la Vocalía de Médicos Tutores y Docentes de la Organización Médica Colegial

1. ¿Desde cuándo existe la Vocalía de Médicos Tutores y Docentes y qué objetivos te planteas como representante de la misma?

Bajo la presidencia de la Dra. Isabel Montoya se creó la Vocalía de Médicos Tutores y Docentes en el Colegio de Médicos de la Región de Murcia y se consolidó de manera formal en las últimas elecciones colegiales como una Vocalía más dentro de la actual Junta Directiva que actualmente preside el Dr. Francisco Miralles.

El objetivo de esta Vocalía que represento es visibilizar la problemática de los médicos tutores y docentes, así como promover y recoger iniciativas que mejoren el reconocimiento de la importante labor que realizan los tutores. Hay que preservar y mejorar la joya de la corona de nuestro sistema sanitario: la formación sanitaria especializada bajo el sistema de Médico Interno Residente (MIR).

 

2. ¿Cómo ha afectado la pandemia por COVID19 a la formación de los residentes en la Región de Murcia? La Vocalía de Médicos en Formación del Colegio de Médicos ha puesto de manifiesto que lo está haciendo de manera muy negativa.

Se ha producido un deterioro en la calidad de la docencia. Los tutores, de forma mayoritaria, percibimos la docencia como peor o mucho peor. Algunas medidas que se han tomado desde la administración sanitaria, motivadas por la pandemia, están incidiendo de forma negativa en la formación de los MIR. Muchos itinerarios formativos y rotaciones se han visto alteradas al tener que modificar las fechas, acortar su duración y en otros casos ser suspendidas. Estos hechos nos preocupan ya que suponen una merma en la calidad de la formación, al tener una repercusión directa en las competencias que todos los MIR deben adquirir y que está plasmada en elprograma oficial de cada especialidad.

En la docencia pregrado, la situación es igualmente preocupante por el aplazamiento primero y posterior suspensión provisional de las prácticas de los estudiantes de medicina, y esta situación podría tener, de prolongarse en el tiempo, una repercusión en la obtención del título de Medicina en los plazos previstos.

3. ¿Y cómo ha afectado a la labor de tutores y docentes?

La situación que estamos viviendo con saturación y sobrecarga asistencial -y también emocional-, con una asistencia muy centrada en la atención a pacientes COVID, ha supuesto cambios negativos en algunas actividades formativas que se han visto suspendidas o reducidas sensiblemente en su número (cursos, sesiones clínicas, etc.). Asimismo, se han suspendido algunos proyectos de investigación que realizaban los residentes bajo la supervisión de los tutores. La priorización de la atención al COVID ha disminuido el número de consultas presenciales en distintas especialidades, hecho que influye de forma negativa en la formación del MIR que realiza un menor número de entrevistas clínicas y exploración física, así como técnicas de instrumentación o de manejo terapéutico. En el momento actual la suspensión de las actividades quirúrgicas programadasincide en la formación de los residentes de especialidades quirúrgicas.

Si antes de la pandemia ya estaba comprometido el tiempo dedicado a la docencia, en el momento actual se ha reducido sensiblemente.

 

4. ¿Cómo ha sido el proceso de reorganizar las actividades en relación a la formación de los residentes que se estaban viendo afectadas por la situación COVID?

Hemos tenido que improvisar y adaptarnos a la nueva situación. Se han reducido el número de sesiones clínicas a las estrictamente necesarias y en muchos casos reduciendo el aforo para mantener las medidas de seguridad, otras sesiones se han reconvertido y realizado de forma online, con seguimiento desigual. En Atención Primaria hemos visto como los residentes que estaban en rotatorios por el Hospital se han reintegrado al centro de salud en algunos casos, y en otros se han destinado a distintas actividades relacionadas con la atención al COVID. En muchos casos la decisión de ubicarles en una u otra función se ha realizado desde las distintas áreas. En residentes de otras especialidades nos consta que también se han modificado las rotaciones previstas y suspendidas las rotaciones externas.

La situación no es la mejor para la formación, y nos preocupa que se pueda mantener más tiempo del estrictamente necesario ya que las medidas se han tomado en diferentes ocasiones en el último año y podría repercutir negativamente en la formación de los MIR.

5. ¿Cuáles son las opciones para mejorar la situación de la formación de los residentes en nuestra Región?

Sin ninguna duda, cualquier decisión que afecte a los residentes debe contar con la opinión de los tutores y de las Unidades Docentes, que son las garantes del proceso de formación, así como tener en cuenta la opinión de los MIR. Si se toman decisiones que no toman en consideración las opiniones de los actores del proceso formativo” podemos generar un malestar en residentes y tutores. Los tutores carentes de un reconocimiento profesional adecuado, si sus opiniones no son valoradas, pueden plantearse no continuar con la docencia y esto sería muy negativo para la formación sanitaria especializada y provocaría una crisis de consecuencias no deseadas.

 

6. ¿Cómo valora la situación actual de los médicos tutores y docentes en la Región de Murcia?

La situación de los médicos tutores y docentes no difiere sensiblemente de lo que ocurre en otras comunidades. Existe un escaso reconocimiento de la labor tutorial y se ha hecho más bien poco en cubrir las necesidades de los tutores. Podemos afirmar que la empresa ha cuidado poco a sus tutores y a la formación especializada en general. Hay reivindicaciones crónicas que desde la Vocalía queremos visibilizar para ayudar a que se solucionen. En los últimos años se han realizado algunos avances en el reconocimiento de los tutores, pero insuficientes.

Es necesario que el tutor disponga de un tiempo específico para la docencia dentro de su jornada laboral, y darle las herramientas para que pueda ejercer como tutor. Muchos tutores obtienen el tiempo docente y formativo del tiempo que debieran dedicar a sus familias o a sus necesarios momentos de ocio. Hay que incrementar su reconocimiento y profesionalizar la labor del tutor, que nos sintamos escuchados en los foros de toma de decisiones.

 

7. ¿Es necesario aumentar el número de tutores y/o colaboradores docentes?

Sin ninguna duda. Una encuesta realizada este 2020 por la Vocalía Nacional de Médicos Tutores y Docentes, con participación de tutores de nuestra Región, puso de manifiesto que un elevado número de tutores llevan muchos años ejerciendo de tutores, y que existe un menor número de tutores jóvenes. Habrá que plantearse porqué los médicos más jóvenes no se acreditan. Se necesita un relevo generacional más ágil y una incentivación para ser tutor.

Cuando un tutor se jubila, la plaza debe ofertarse a profesionales con currículum y motivados para mantener los equipos docentes.

Existe un déficit en las plazas de Medicina de Familia, pero para incrementar la oferta formativa de plazas MIR se precisa acreditar a un mayor número de centros docentes y de tutores de medicina de familia. A nivel hospitalario, un tutor tiene más MIR bajo su responsabilidad de lo deseable, lo que repercute negativamente en una adecuada supervisión, hay que incrementar el número de tutores para solucionar este déficit.

8. ¿Cuáles son las demandas de este colectivo?

Se debe promover el reconocimiento de la labor tutorial, es imprescindible si queremos atraer a nuevos tutores. Es necesario que el tutor disponga de un tiempo docente, específico para la docencia,y realizar sus tareas dentro de su jornada laboral. El tutor actualmente lleva una carga asistencial similar a sus compañeros de servicio o de equipo, y además se encarga de supervisar el trabajo del médico en formación, motivarle, orientarle, ayudarle en la realización de trabajos de investigación, etc. Habría que adaptar la carga asistencial y reducir cargas burocráticas.

La figura del tutor debe reconocerse en el currículum profesional y valorarse en los diferentes concursos convocados como un mérito específico, asimismo hay que reconocerlo en la carrera profesional, y porqué no también reconocer económicamente su trabajo, lo que ha sucedido ya en algunas comunidades autónomas.

Un reconocimiento adecuado del tutor va a favorecer que otros médicos soliciten acreditarse como tutores, y se produzca un relevo generacional necesario en los médicos tutores y docentes.

 

9. ¿Qué diferencias hay entre Atención Primaria y el ámbito hospitalario en este sentido?

Las necesidades y demandas de los tutores hospitalarios y de Atención Primaria son similares, salvo pequeños matices en función de la especialidad.

Podría resumir las demandas de los tutores de Atención primaria y Hospitalaria en los siguientes puntos comunes:

-incremento y reconocimiento de la necesidad de establecer un tiempo específico para la docencia dentro de la jornada laboral.

-reducir la carga asistencial en los tutores para liberar tiempo para la docencia.

-minimizar la carga burocrática que soportan los tutores, simplificando documentos y trámites que actualmente realizamos.

-reconocimiento profesional del tutor en distintos ámbitos como los comentados.

-facilitar recursos docentes e investigadores al servicio del tutor.

-contar con la opinión de los tutores, médicos en formación, y unidades docentes, en cualquier cuestión que afecte a la formación del MIR.

Para finalizar, me gustaría poner esta Vocalía a disposición de los médicos tutores y docentes con el deseo, cuando la situación lo permita, de realizar un encuentro colegial presencial donde compartir nuestras experiencias y realizar propuestas de mejora en temas de formación sanitaria especializada.
Publicado el 18 de enero de 2021