DR. HERMENEGILDO MARCOS: "DURANTE LA PANDEMIA, LA ATENCIÓN PRIMARIA RURAL HA SIDO UN MURO DE CONTENCIÓN PARA QUE LOS HOSPITALES NO SE COLAPSARAN MÁS"

noticia Colegio de Medicos Murcia
 
¿Cómo ha vivido la pandemia como ciudadano y como médico?   
 
La mayor parte del tiempo ha sido muy difícil, casi imposible, separar mis sentimientos como persona, ciudadano y médico, ya que la desconexión del trabajo, tan importante para que al día siguiente estar a pleno rendimiento, escasamente se ha producido.
 
La he vivido con una mezcla de preocupación, frustración, impotencia, inseguridad e incertidumbre y también, por qué no, de estar viviendo algo histórico a nivel social y médico.
 
Preocupación por la familia y por los pacientes, sobre todo por los más vulnerables, en el ámbito rural fundamentalmente mis pacientes de mayor edad y que vivían solos.
 
Frustración e impotencia por no poderles ayudarles cómo se merecían en sus demandas y necesidades tanto físicas y, en esta situación en concreto, psicológicas y sociales.
 
Inseguridad porque los medios que disponíamos, sobre todo al comienzo de la pandemia, cuando los había, eran escasos y de mala calidad, pero tengo que romper una lanza en favor de nuestros pacientes y sus asociaciones, que se volcaron en la confección de materiales de protección, batas con bolsas de basura, pantallas protectoras, mascarillas, etc. A esta inseguridad hay que añadir la de la información transmitida desde los distintos estamentos e instituciones que fue, en muchos casos, contradictoria y cambiante, incluso en el mismo día.
 
La incertidumbre con la que estamos acostumbrados a trabajar en Atención Primaria ha alcanzado cotas inimaginables, pero el conocer a nuestros pacientes, sus miedos, patologías, recursos sociosanitarios, etc. en definitiva, la relación médico-paciente, ha tenido una gran importancia para poder llevar el trabajo diario y ayudar a mitigar sus problemas.
 
Por último, quiero referirme a la importancia de las redes sociales, que nos ha permitido estar en contacto con familia, amigos y compañeros, e informarnos del día a día de la pandemia.
 
¿Qué lecciones ha sacado del funcionamiento del sistema sanitario durante este año? 
 
La primera impresión ha sido que la sanidad de este país es un gigante con los pies de barro. El abandono durante tantos años de la Atención Primaria nos ha pasado factura. Es necesaria, de forma urgente, su mejora junto con la salud pública.
También la coordinación y cooperación a todos los niveles desde la compra de suministros de materiales, toma de decisiones hasta lo que es la atención sanitaria propiamente dicha, es fundamental, así como que estas decisiones sanitarias y de salud pública deben realizarse con criterios médicos y epidemiológicos fundamentalmente, sin perder de vista, por supuesto, los sociales y económicos.
 
Así mismo creo que es necesario tener un plan unificado de respuesta rápida ante catástrofes en el que la atención primaria desempeñe el papel que le corresponde
 
Por último, es necesario analizar pausadamente todos los condicionantes de la presente pandemia, qué se hizo bien, qué mal y qué tenemos que mejorar, en definitiva, qué lecciones hemos aprendido.
 
¿Qué medidas consideran más urgentes a implementar tras este año? 
 
La situación de la Atención Primaria es tal que todas las medidas que se necesitan deben tener un carácter urgente o muy urgente, lo que no significa que se deban tomar sin un debate serio.
 
Por supuesto los recursos humanos, materiales, junto con un presupuesto adecuado y finalista para la Atención Primaria, que se vienen reclamando desde distintos foros y desde hace tiempo, es fundamental, lo que nos conducirá a un aumento de su capacidad resolutiva. Así como que debe asumir un papel central en la salud pública e impulsar la medicina comunitaria sin más dilaciones.
 
También se debe abordar de forma imperiosa la presencia de la Atención Primaria, tanto Medicina de Familia como Pediatría de AP, en las facultades de medicina con la creación de Departamentos específicos y con catedráticos y profesores de este ámbito.
Es decir, abordar reformas estructurales y organizativas urgentes, que ya están enumeradas en el decálogo del Foro de Atención Primaria y en el marco estratégico del Ministerio de Sanidad de 2019.
 
¿Cómo afecta la teleasistencia a la relación médico-paciente? 
 
La teleasistencia se ha convertido en una faceta más de la relación médico-paciente. Si esta relación, anterior a la pandemia, era buena, la teleasistencia creo que no ha influido mucho, sólo resaltar, que, en los momentos de aislamiento y soledad de los pacientes, escuchar la voz de su médico le transmitía tranquilidad y seguridad. Pero si la relación médico-paciente estaba deteriorada puede, en algunos casos, haber creado más desconfianza y tensiones.
 
Creo que es necesaria incorporarla a nuestro trabajo diario, pero necesita establecer reglas deontológicas y legales que aporten seguridad a su uso.
 
¿Echan de menos que los profesionales estén más presentes en la toma de decisiones? 
 
Sin duda, es necesario que la voz de los profesionales se escuche y tenga en cuenta a la hora de tomar decisiones, ya que en sus opiniones no deben influir otras connotaciones más que las puramente técnicas. Es verdad que quién toma la decisión final debe contemplar otros aspectos, siempre con transparencia, pero el peso de los profesionales debe ser fundamental.
 
Pero no me refiero únicamente la actual situación, con demasiada frecuencia se valorar la opinión de los profesionales cuando se está en la oposición y cuando se tiene el poder de decisión se olvida de ella.
 
¿Qué papel ha jugado la Atención Primaria Rural durante la pandemia?
 
El papel de la Atención Primaria Rural, al igual que la Urbana ha sido callada y no suficientemente reconocida, sobre todo al principio de la pandemia, pero fundamental.
 
Conocer a nuestros pacientes, sus enfermedades crónicas, sus miedos, recursos familiares y sociales ha contribuido que el impacto de la pandemia se haya mitigado en parte.
 
Mas concretamente, en la lucha contra la Covid-19 ha sido de gran muro de contención para que los hospitales no se colapsaran aún más. Hemos controlado a los pacientes tanto física como psicológicamente, en sus domicilios, estado pendiente de los síntomas y signos de alarma.
De su implicación en la atención de sus pacientes sirva de muestra el gran número de médicos de AP contagiados y fallecidos en la atención a sus pacientes con unos medios de protección, sobre todo al principio, claramente insuficientes, a los que quiero recordar, en nombre de la vocalía de Atención Primaria Rural, desde aquí.
 
¿Qué cambios estructurales se necesitan para mejorar el funcionamiento del sistema? 
 
En primer lugar, debemos replantearnos los viejos y nuevos problemas mediante un debate serio y con voluntad de llegar acuerdos. Repensar el papel de la AP ante los cambios socioculturales y tecnológicos. La flexibilidad y capacidad de adaptación que siempre ha tenido la Atención Primaria en de gran ayuda.
 
Viejos problemas como el presupuestario, recursos humanos, incluido el cuidar a los profesionales y recursos materiales con dotación adecuada para la Atención Primaria.
 
Incorporar la última tecnología, incluida la Inteligencia Artificial a la práctica diaria sin olvidar la salud pública y medicina comunitaria.
 
Desarrollar fórmulas de gestión y autogestión que aumente la eficacia y eficiencia del sistema evitando las actividades adiabáticas, y burocráticas, que consumen gran parte de recursos con nula o escasa repercusión en la salud, así como sólo realizar actividades y pruebas complementarias que aporten un valor añadido al diagnóstico, tratamiento, pronóstico y evolución del paciente.
 
Es importante hacer efectiva la continuidad asistencial incluso cuando el paciente esté en el hospital, integrando en la toma de decisiones la opinión del Médico de Atención Primaria, en definitiva, abrir el hospital a la Atención Primaria, lo que incorporará una visión más general del paciente y este se sentirá más arropado con un profesional al que conoce y en el que confía. En este apartado puede jugar un importante papel las tecnologías de comunicación. Es decir, coordinación y cooperación entre las especialidades y que sea real la atención multiprofesional del paciente.
Estos cambios se deben afrontar con valentía y determinación y dando, como se ha señalado anteriormente, a la Atención Primaria la importancia que merece en la Universidad.
 

El Dr. Marcos, representante nacional de Médicos de Atención Primaria Rural del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), analiza en esta entrevista para “médicosypacientes” la crisis sanitaria causada por la COVID-19 desde el punto de vista de la Medicina rural. Tal y como asegura, “durante la pandemia la Atención Primaria Rural ha sido un muro de contención para que los hospitales no se colapsaran más"

 

¿Cómo ha vivido la pandemia como ciudadano y como médico?    

La mayor parte del tiempo ha sido muy difícil, casi imposible, separar mis sentimientos como persona, ciudadano y médico, ya que la desconexión del trabajo, tan importante para que al día siguiente estar a pleno rendimiento, escasamente se ha producido. La he vivido con una mezcla de preocupación, frustración, impotencia, inseguridad e incertidumbre y también, por qué no, de estar viviendo algo histórico a nivel social y médico. Preocupación por la familia y por los pacientes, sobre todo por los más vulnerables, en el ámbito rural fundamentalmente mis pacientes de mayor edad y que vivían solos. Frustración e impotencia por no poderles ayudarles cómo se merecían en sus demandas y necesidades tanto físicas y, en esta situación en concreto, psicológicas y sociales. Inseguridad porque los medios que disponíamos, sobre todo al comienzo de la pandemia, cuando los había, eran escasos y de mala calidad, pero tengo que romper una lanza en favor de nuestros pacientes y sus asociaciones, que se volcaron en la confección de materiales de protección, batas con bolsas de basura, pantallas protectoras, mascarillas, etc. A esta inseguridad hay que añadir la de la información transmitida desde los distintos estamentos e instituciones que fue, en muchos casos, contradictoria y cambiante, incluso en el mismo día. La incertidumbre con la que estamos acostumbrados a trabajar en Atención Primaria ha alcanzado cotas inimaginables, pero el conocer a nuestros pacientes, sus miedos, patologías, recursos sociosanitarios, etc. en definitiva, la relación médico-paciente, ha tenido una gran importancia para poder llevar el trabajo diario y ayudar a mitigar sus problemas. Por último, quiero referirme a la importancia de las redes sociales, que nos ha permitido estar en contacto con familia, amigos y compañeros, e informarnos del día a día de la pandemia. 

 

¿Qué lecciones ha sacado del funcionamiento del sistema sanitario durante este año?  

La primera impresión ha sido que la sanidad de este país es un gigante con los pies de barro. El abandono durante tantos años de la Atención Primaria nos ha pasado factura. Es necesaria, de forma urgente, su mejora junto con la salud pública.También la coordinación y cooperación a todos los niveles desde la compra de suministros de materiales, toma de decisiones hasta lo que es la atención sanitaria propiamente dicha, es fundamental, así como que estas decisiones sanitarias y de salud pública deben realizarse con criterios médicos y epidemiológicos fundamentalmente, sin perder de vista, por supuesto, los sociales y económicos. Así mismo creo que es necesario tener un plan unificado de respuesta rápida ante catástrofes en el que la atención primaria desempeñe el papel que le corresponde Por último, es necesario analizar pausadamente todos los condicionantes de la presente pandemia, qué se hizo bien, qué mal y qué tenemos que mejorar, en definitiva, qué lecciones hemos aprendido. 

 

¿Qué medidas consideran más urgentes a implementar tras este año?  

La situación de la Atención Primaria es tal que todas las medidas que se necesitan deben tener un carácter urgente o muy urgente, lo que no significa que se deban tomar sin un debate serio. Por supuesto los recursos humanos, materiales, junto con un presupuesto adecuado y finalista para la Atención Primaria, que se vienen reclamando desde distintos foros y desde hace tiempo, es fundamental, lo que nos conducirá a un aumento de su capacidad resolutiva. Así como que debe asumir un papel central en la salud pública e impulsar la medicina comunitaria sin más dilaciones. También se debe abordar de forma imperiosa la presencia de la Atención Primaria, tanto Medicina de Familia como Pediatría de AP, en las facultades de medicina con la creación de Departamentos específicos y con catedráticos y profesores de este ámbito.Es decir, abordar reformas estructurales y organizativas urgentes, que ya están enumeradas en el decálogo del Foro de Atención Primaria y en el marco estratégico del Ministerio de Sanidad de 2019. 

 

¿Cómo afecta la teleasistencia a la relación médico-paciente?  

La teleasistencia se ha convertido en una faceta más de la relación médico-paciente. Si esta relación, anterior a la pandemia, era buena, la teleasistencia creo que no ha influido mucho, sólo resaltar, que, en los momentos de aislamiento y soledad de los pacientes, escuchar la voz de su médico le transmitía tranquilidad y seguridad. Pero si la relación médico-paciente estaba deteriorada puede, en algunos casos, haber creado más desconfianza y tensiones. Creo que es necesaria incorporarla a nuestro trabajo diario, pero necesita establecer reglas deontológicas y legales que aporten seguridad a su uso. 

 

¿Echan de menos que los profesionales estén más presentes en la toma de decisiones?  

Sin duda, es necesario que la voz de los profesionales se escuche y tenga en cuenta a la hora de tomar decisiones, ya que en sus opiniones no deben influir otras connotaciones más que las puramente técnicas. Es verdad que quién toma la decisión final debe contemplar otros aspectos, siempre con transparencia, pero el peso de los profesionales debe ser fundamental. Pero no me refiero únicamente la actual situación, con demasiada frecuencia se valorar la opinión de los profesionales cuando se está en la oposición y cuando se tiene el poder de decisión se olvida de ella. 

 

¿Qué papel ha jugado la Atención Primaria Rural durante la pandemia? 

El papel de la Atención Primaria Rural, al igual que la Urbana ha sido callada y no suficientemente reconocida, sobre todo al principio de la pandemia, pero fundamental. Conocer a nuestros pacientes, sus enfermedades crónicas, sus miedos, recursos familiares y sociales ha contribuido que el impacto de la pandemia se haya mitigado en parte. Mas concretamente, en la lucha contra la Covid-19 ha sido de gran muro de contención para que los hospitales no se colapsaran aún más. Hemos controlado a los pacientes tanto física como psicológicamente, en sus domicilios, estado pendiente de los síntomas y signos de alarma.De su implicación en la atención de sus pacientes sirva de muestra el gran número de médicos de AP contagiados y fallecidos en la atención a sus pacientes con unos medios de protección, sobre todo al principio, claramente insuficientes, a los que quiero recordar, en nombre de la vocalía de Atención Primaria Rural, desde aquí. 

 

¿Qué cambios estructurales se necesitan para mejorar el funcionamiento del sistema?  

En primer lugar, debemos replantearnos los viejos y nuevos problemas mediante un debate serio y con voluntad de llegar acuerdos. Repensar el papel de la AP ante los cambios socioculturales y tecnológicos. La flexibilidad y capacidad de adaptación que siempre ha tenido la Atención Primaria en de gran ayuda. Viejos problemas como el presupuestario, recursos humanos, incluido el cuidar a los profesionales y recursos materiales con dotación adecuada para la Atención Primaria. Incorporar la última tecnología, incluida la Inteligencia Artificial a la práctica diaria sin olvidar la salud pública y medicina comunitaria. Desarrollar fórmulas de gestión y autogestión que aumente la eficacia y eficiencia del sistema evitando las actividades adiabáticas, y burocráticas, que consumen gran parte de recursos con nula o escasa repercusión en la salud, así como sólo realizar actividades y pruebas complementarias que aporten un valor añadido al diagnóstico, tratamiento, pronóstico y evolución del paciente. Es importante hacer efectiva la continuidad asistencial incluso cuando el paciente esté en el hospital, integrando en la toma de decisiones la opinión del Médico de Atención Primaria, en definitiva, abrir el hospital a la Atención Primaria, lo que incorporará una visión más general del paciente y este se sentirá más arropado con un profesional al que conoce y en el que confía. En este apartado puede jugar un importante papel las tecnologías de comunicación. Es decir, coordinación y cooperación entre las especialidades y que sea real la atención multiprofesional del paciente.Estos cambios se deben afrontar con valentía y determinación y dando, como se ha señalado anteriormente, a la Atención Primaria la importancia que merece en la Universidad. 


Publicado el 23 de diciembre de 2020

noticia Colegio de Medicos Murcia