LA DRA. MARÍA LUZ PADILLA, ANESTESIÓLOGA DEL HOSPITAL SANTA LUCÍA DE CARTAGENA, NOMBRADA VOCAL EN LA JUNTA DIRECTIVA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DEL DOLOR

La Sociedad Española del Dolor      
noticia Colegio de Medicos Murcia

Entre sus objetivos para los 4 años que permanecerá en este cargo: potenciar y facilitar la presencia de médicos jóvenes en la Sociedad y mirar hacia Europa, mejorando la formación y el nivel de conocimiento en el tratamiento del dolor de los profesionales sanitarios

 

1. ¿Qué te supone este nombramiento como vocal de la Sociedad Española del Dolor?

 

El dolor es un gran problema de salud en España y la Sociedad Española del Dolor (SED) lleva ya 30 años luchando contra él. El 17% de la población española vive con dolor crónico. Y, por añadir otro dato, el 18.5% de la población española padece lumbalgia crónica. De hecho, esta patología supone el segundo problema de salud tras la hipertensión arterial. Formar parte de esta altruista contienda trae consigo una inmensurable satisfacción que compensa con creces el enorme trabajo e implicación que el nombramiento requiere y, por supuesto, merece.

Ser miembro de la nueva Junta Directiva de la SED, compuesta por grandes profesionales y, sobre todo, bellísimas personas, me ofrece una oportunidad para ayudar y acompañar a los pacientes, promover una mayor visibilidad y concienciación social, fomentar la formación e investigación, hacer partícipe a todos los socios de los proyectos que se vayan articulandoe impulsar el más completo abordaje terapéutico biopsicosocial del dolor. Estoy enormemente agradecida por la confianza depositada.

 

2. ¿Cuál va a ser su papel?

 

El pasado 24 de octubre de 2020 se constituyó la nueva Junta Directiva de la SED para los próximos 4 años. Los pilares del plan estratégico propuesto por esta nueva Junta se sustentan en 3 grandes áreas: el crecimiento y reconocimiento profesional de sus socios, la formación e investigación de calidad en dolor y el apoyo y acompañamiento de los pacientes que aquejan dolor, tanto agudo como crónico. La filosofía de dicho plan es la de hacer una sociedad más participativa, transversal e interdisciplinar.

Siempre me ha gustado mirar más allá de las fronteras. Cuando terminé la residencia hice las maletas para embarcarme en un fellowship en Medicina del Dolor en el extranjero durante un año. Creo que esa maravillosa y recomendable experiencia se ha materializado en el reciente nombramiento como consejera española de la Federación Europea del Dolor (EFIC – TheEuropeanPainFederation).

 

3. ¿En qué línea de trabajo trabaja, nunca mejor dicho, la Sociedad?

 

La SED, fundada en 1990, es el capítulo español de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP – International AssociationfortheStudyofPain), la cual es a su vez referencia en Medicina del Dolor en la Organización Mundial de la Salud.

La línea de trabajo de la SED es la de integrar activamente profesionales de diferentes especialidades, tanto en el ámbito nacional como el internacional, implicados en el proceso asistencial del paciente con dolor con el fin de promover trabajos científicos sobre los mecanismos y el tratamiento del dolor, sensibilizar a la sociedad sobre esta problemática y fomentar la mejora constante en la valoración y el manejo terapéutico.

De entre todos los proyectos que estamos poniendo en marcha, me gustaría destacar la creación del grupo “Jóvenes SED”, cuyo objetivo es el de ofrecer un lugar destacable a los jóvenes profesionales interesados y/o dedicados al estudio y tratamiento del dolor.

 

4. ¿Qué objetivos te planteas para tu nuevo cargo?

 

Por un lado, y dentro de las líneas estratégicas de la SED, me planteo potenciar y facilitar la presencia de jóvenes socios. Todos podemos y debemos aportar nuestro granito de arena para, así, crecer y aprender juntos y lograr la excelencia.

Por otro lado, me gustaría que la SED mirara más a Europa y trabajara con ella (fomentar el enriquecedor networking), mejorando la formación y homogeneizando la acreditación. En este sentido, animo a la obtención del Diploma Europeo en Medicina del Dolor (EDPM – European Diploma in Pain Medicine), una gran iniciativa de la EFIC que nació en el año 2017 y que permite mejorar el nivel de conocimiento en el tratamiento del dolor de los profesionales sanitarios y, de este modo, tratar de disminuir la prevalencia del dolor en Europa. 

 

 5. ¿Cómo estáis viviendo los anestesiólogos la actual situación de pandemia en la Región de Murcia?

 

La Anestesiología es una especialidad médica muy completa que, formativamente, está preparada para realizar no sólo anestesias y sedaciones, sino también el manejo del paciente crítico y el tratamiento del dolor. La situación vivida en la actual pandemia no solo ha hecho que trabajen con intensidad los compañeros que ya venían formando parte de unidades de críticos, sino que también nos hayamos tenido que unir profesionales no dedicados habitualmente a ello.

Uno de los puntos clave de nuestra formación y actividad como anestesiólogos es el manejo de la función y de la patología respiratoria, por ello estamos capacitados para el manejo del paciente crítico. Aunque una parte importante de nuestra actividad es la quirúrgica, la cual debe seguir manteniéndose mientras se pueda, estamos preparados y dispuestos a ayudar a nuestros compañeros de las UCI cuando la presión asistencial así lo que requiera y las autoridades sanitarias nos lo soliciten, tal y como se ha podido demostrar.

En Cartagena, por ejemplo, se ha podido abrir la Unidad de Semicríticos Avanzada del Hospital Santa María del Rosell, gracias a que los anestesiólogos hemos apoyado a nuestros compañeros de Medicina Intensiva realizando guardias de UCI junto a ellos durante las últimas semanas. Sólo puedo hablar por nuestro hospital, pero esta colaboración entre servicios ha posibilitado que se pudiera atender a todos los pacientes que han requerido cuidados críticos, fueran o no COVID-19.

 

6. ¿Cómo afecta la pandemia a la actividad de los profesionales de tu especialidad?

 

La COVID-19 ha afectado a nuestra actividad a todos los niveles. El simple hecho de tener que operar a los pacientes con una PCR realizada afecta enormemente al normal desempeño de nuestra actividad, especialmente en las guardias. Muchos anestesiólogos de la Región están abandonando temporalmente el quirófano para apoyar a nuestros compañeros intensivistas y neumólogos. La formación que recibimos en nuestra especialidad permite que podamos desempeñar funciones muy diversas con la solvencia que se nos exija, de forma independiente o apoyando la labor de otros especialistas. Nuestra flexibilidad está permitiendo que podamos adaptarnos rápidamente a las funciones que se nos ha exigido desde las distintas gerencias, aunque evidentemente salir de nuestra zona de confort está provocando que estemos algo más estresados que de costumbre, estado que compartimos con el resto de los sanitarios que también están haciendo frente a la pandemia.

Con respecto a las Unidades de Dolor, que también dependen del Servicio de Anestesia, se ha intentado mantener la actividad en lo posible, a pesar de la aplicación de los planes de contingencia frente a la pandemia. Aunque sí que se ha visto afectada la actividad intervencionista que realizamos en quirófano, hemos intentado compensar esta carencia temporal potenciando la actividad de consulta tanto presencial como telefónica. Gracias a ello, en el área de salud de Cartagena hemos conseguido acabar completamente, durante todo este año, con la importante lista de espera de primeras consultas que teníamos históricamente en la Unidad de Dolor: un logro muy positivo de aprovechamiento de recursos en tiempos de adversidad. 

No obstante, no podemos bajar la guardia, tenemos que estar atentos y preparados para lo que pueda ocurrir en los próximos meses y seguir poniendo en marcha todos los mecanismos necesarios para que la atención de los pacientes con dolor no sea menoscabada.   

 

7. ¿Cuál es la situación general en la Región?

 

Durante la primera ola y el confinamiento general, nuestra Región tuvo una baja incidencia de COVID-19 y no supuso un colapso de nuestro sistema sanitario regional. Sin embargo, en esta segunda ola la situación está siendo diferente y tenemos áreas de salud donde la situación ha sido muy grave. Nosotros seguimos estando al pie del cañón para afrontar lo que venga pero es muy importante conseguir la concienciación de la población en que un comportamiento social responsable es clave para salir airosos de esta nueva oleada de infecciones y no confiarse a pesar de que el número de contagios está bajando.

Con la COVID-19 no solo pierden los afectados, sino también el resto de pacientes que sufren otras patologías y que van a ver retrasada su atención por la sobrecarga de los recursos sanitarios. En nuestro caso, hemos podido constatar que esta situación ha tenido repercusión en los pacientes con dolor crónico. Según una encuesta realizada a 340 participantes y presentada en la jornada #NoHayDolor, organizada por la SED, el 91,4% de las personas con dolor crónico afirma que el confinamiento ha afectado a su estado emocional, un 63% apunta que su sueño es peor que antes de la pandemia, un 59,4% percibe que el confinamiento ha incrementado su problema de salud debido al sedentarismo y solo el 49% ha mantenido el ejercicio físico diario recomendado por los profesionales sanitarios.

Fotografía >> Juanchi López

 

Publicado el 26 de noviembre de 2020

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