ERNESTO PÉREZ ES EL MÉDICO DE UNA EXPEDICIÓN QUE HA VIAJADO HASTA LA FRONTERA DE POLONIA CON UCRANIA PARA LA ENTREGA DE MATERIAL HUMANITARIO Y ATENCIÓN Y RECOGIDA DE REFUGIADOS

CRÓNICA DEL VIAJE      
noticia Colegio de Medicos Murcia

Fotografía cedida por el Dr. Pérez Flores (a la derecha de la imagen) en la que aparece con el grupo de ciudadanos ucranianos y los participantes en la expedición

 

El Dr. Ernesto Pérez Flores es jefe del Servicio de Urgencias del Hospital Comarcal del Noroeste. También es el secretario de la Junta Comarcal del Colegio de Médicos en Caravaca. Durante cinco días, ha viajado a la frontera entre Polonia y Ucrania, en la que han entregado material de ayuda y han recogido a 45 ciudadanos ucranianos para su traslado a España, donde esperan empezar una nueva vida en paz

 

 1. ¿Qué personas han integrado el equipo que ha viajado en esta misión médico-humanitaria?

Tres personas: el organizador del traslado, Rubén del Baño,del club Rotary Murcia Norte; una intérprete del idioma ucraniano, Tatiana; y yo como médico. Hay que añadir los tres conductores del autobús durante el trayecto: Valentín, Abdel y Marcos.

 

2. ¿Qué tipo de ayuda se ha llevado a cabo?

Se ha repartido una tonelada de material humanitario, hasta 6000 euros en material donado: comida no perecedera, vendas, medicamentos, mantas, una silla de ruedas, pañales para niños y adultos, toallitas higiénicas, galletas, etc.

Durante más de 10 días, numerosos voluntarios anónimos contribuyerona ello, así como varios empresarios.

La entrega se llevó a cabo en Cracovia, donde dos voluntarios ucranianos llegaron con dos furgonetas. Tras revisar su documentación y el inventario, se procedió a la carga en sus vehículos para su traslado a la frontera ucraniana.

Respecto al trato de los refugiados, ya estaban organizados desde España y remitidos a un punto de encuentro en Cracovia, en un día y una hora señaladas según las incidencias del viaje. Se hizo un control de pasaportes en función de un listado previo. No hay soporte psicológico, solo yo como médico asistencial y mucha simpatía. El papel de nuestra traductora era muy importante para poder comunicarnos de la mejor manera posible.


3. ¿A cuántas personas se ha asistido, recogido o prestado ayuda en esta misión?

Hemos trasladado a 45 personas, 3 gatos, un periquito y un hámster. Dos niños tuvieron molestias leves de garganta que no fueron preocupantes.


4. ¿Cómo surgió la idea de emprender este viaje?

Ante la situación política actual, era mandatorio hacer alguna acción. Rotary Club es una asociación mundial que no podía estar indiferente. La asociación de ucranianos en Murcia se fue organizando en función de las necesidades de los familiares de los residentes en nuestro país, coordinando y confeccionando un listado, fijando lugares de encuentro y pidiendo ayuda a diversas ONG u otras asociaciones para fletar autobuses, que es el medio de transporte más efectivo. Nos pidieron nuestra colaboración y Rotary Club de Murcia, Murcia Norte y Molina de Seguranos pusimos en marcha para recaudar fondos, patrocinadores y contactos con empresas de transporte. Después de todo eso, se buscaron voluntarios profesionales para viajar.


5. ¿Cómo se ha gestionado el proceso de planificación y organización? ¿Ha sido fácil o es difícil movilizar ayuda europea hasta allí?

La gestión se ha desarrollado por varios canales. En primer lugar, la gestión de contactar con los residentes en España con familiares vulnerables en Ucrania, agruparlos por regiones, elaborar listas, coordinar con diversas asociaciones de refugiados en los países limítrofes, ajustar dicho listado día a día y otras incidencias. Por otro lado, la gestión de buscar dinero para el bus, tres conductores, hotel, alimentación, etc.

Y, por último, el material humanitario, pues es necesario optimizar el viaje. La recogida de material no ha sido difícil y la carga en el autobús tampoco. La coordinación con Polonia la gestionan los propios ucranianos, ajustandofechas en función de la salida del bus.

La comunidad ucraniana en España está en contacto con diversas organizaciones civiles en Ucrania y van solicitando un listado de diverso material médico o de otra índole, en función de la evolución de la guerra. Esa necesidad es transmitida a su vez a ONG de España o al Rotary Club para intentar agilizar la adquisición de dicho material.


6. ¿Durante cuánto tiempo se ha desarrollado la misión, desde la organización hasta la llegada al punto inicial?

Ha podido pasar entre tres y cuatro semanas, pues lo importante también es gestionar qué hacer con los refugiados una vez llegados a nuestras tierras.

Hemos organizado varios talleres de educación a futuras familias de acogida para que valoren los pros y contras, para que puedan prever futuras complicaciones o manejar situaciones de conflicto intercultural.


7. ¿Cómo describirías la experiencia vivida?

He visto por mis propios ojos la expresión del rostro de las víctimas de la guerra, una píldora de la actualidad en nuestro continente. Ha sido reconfortante, ya que ayudas a seres humanos en situación vulnerable y triste, pues todo esto es fruto de la locura humana. Estas sensaciones relativizan los problemas del día a día en España.


8. ¿Cómo es la vida en la frontera de un país en guerra?

Los refugiados salían del tren, en la estación de Cracovia, con apenas enseres y con miradas perdidas. Una legión de voluntarios los conducía a varios apartados de la estación, dondeotros voluntarios les esperaban con bebida caliente, juguetes, fruta, sonrisas e información. El ejército polaco había dotado de camas una gran habitación para que pudieran descansar. Los voluntarios ucranianos que habían acudido a descargar estaban nerviosos y ansiosos por acabar la transferencia de material y regresar a la frontera. Nos contaban que la frontera estaba colapsada.

Los refugiados acuden a centros de acogida en los diversos países fronterizos y esperan contactar con sus familiares o simplemente poder salir de allí.

Angustia, tristeza, buena organización gracias a las últimas tecnologías, buena voluntad, malentendidos, olvidos, despistes, estrés, llantos, risas en los niños… y la vida sigue.

Sobre la estación de tren se encuentran los grandes almacenes Markowska, donde multitud de personal hacen sus compras y gastan su ocio como les placen.


9. ¿Qué tipo de emociones, sensaciones y opiniones te han trasladado los ciudadanos ucranianos que han viajado con vosotros hasta la Región de Murcia?

Miedo e incertidumbre. Han tenido que tomar decisiones muy difíciles. Lo he comprobado en las despedidas (apenas lloraban). Lo tenían muy meditado.

Es duro dejar toda tu vida, despedir a tu marido o hijos mayores y salir con lo puesto a otro país para intentar comenzar de nuevo. Son como nosotros en todo: con sus tarjetas de crédito, celulares, educados, respetuosos… pero sus ojos reflejan otra realidad.

El grupo que nosotros hemos trasladado proviene de diferentes lugares bombardeados. Un avión pasó por encima de nosotros en Valencia y un niño de un año y medio se puso histérico. Algunos de ellos vienen con sus mascotas. El amor que demuestran hacia sus animales demuestran su grandeza.


10. ¿Qué les espera aquí?

Empezaron a relajarse con el sol. Van a estar acogidos por sus propios familiares. Les hemos explicado que los niños serán escolarizados. Una refugiada estudió español en la universidad de Kiev y se le ha gestionado un trabajo en un área de descanso en Francia gracias a un contacto. Quieren vivir en paz, pero tienen ganas de regresar lo antes posible si la situación mejora. No tienen claro qué les va a pasar, pero solo esperan vivir en paz.


11. ¿Qué motivos te impulsaron a participar en esta misión humanitaria?

Pertenezco al Rotary Club de Molina de Segura y soy médico. Cuando planificaron el viaje, con sus detalles preliminares, se lo comuniqué a mis hijos y me dijeron que ya estaba tardando en salir. No te puedes negar a emplear cinco días de tu vida en una misión así.

 

12. ¿Cómo os recibieron en la frontera?

Nos dieron la mano, dijeron “gracias” en español tras el control de pasaportes, se sentaron en sus butacas y se les veía aliviados. Algunos de ellos con temor, pues no terminaban de fiarse de nosotros. Nuestra intérprete hizo un trabajo encomiable para despejar dudas y comunicarnos eficazmente. Los voluntarios ucranianos que nos ayudaron a descargar el material no se fueron sin hacerse una foto con nosotros y agradecernos el esfuerzo.

 

NOTA

En la parte superior de esta información, te facilitamos el enlace a la crónica del viaje, elaborada por el Dr. Pérez Flores.


Publicado el 26 de abril de 2022

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